“Si el digital es nuestro tiempo, todos somos misioneros digitales”. Dr. Paolo Ruffini Prefecto del Dicasterio para la Comunicación MISA INFLUENCERS EN LA JMJ

 


“Si el digital es nuestro tiempo, todos somos misioneros digitales”.

Dr. Paolo Ruffini

Prefecto del Dicasterio para la Comunicación

 

El Prefecto del Dicasterio para la Comunicación, el Doctor Paolo Ruffini dirigió un discurso a los evengalizadores digitales que se encuentran en la Jornada Mundial de la Jiventud que se lleva a cabo en Lisboa, Portugal, a razón de la eucaristia especial celebrada este jueves de manera especial para ellos en la Universidad Católica Portugesa.

 

El Dr. Rufini inicio dando las gracias a los influencers por decir presentes en la JMJ: “ gracias por estar aquí. Por estar aquí de verdad.En este lugar. En esta ciudad. En este día. En esta hora. Chicos y chicas, nativos digitales del mundo. Juntos a los que, como yo, vienen de una otra época, emigrantes digitales. Todos somos aquí con nuestros cuerpos y nuestras almas. Plenamente presentes. Verdaderamente aquí. Para compartir la Eucaristía. Y un compromiso.

 

Continuó diciendo: “Compartir es la palabra que nos une. No es realmente una palabra de la era digital. Pero en cierto modo podemos decir que si lo es. Lo cierto es que explica bien lo que estamos haciendo hoy aquí.Crear redes entre nosotros. Trabajando en red. Porque lo sabemos: El reino de los cielos también se parece a la red que echan en el mar.”

 

“La Iglesia fue una red antes de que la red fuera la web. Es una palabra desafiante la que nos ha convocado aquí. Ser red. Una red que una, una red que libere, una red tejida de verdad y belleza, de fe y esperanza; una alternativa concreta y visible a la maraña de cháchara confusa donde todo es verdad y todo es mentira.” Enfatizó.

 

Dr. Rufini continuó diciendo que “Nativos digitales y emigrantes digitales estamos aqui para compartir una presencia. Un encuentro. Una liturgia. La comunión que es la fuente de nuestra comunicación. Compartir lo bueno y lo bello como semillas de futuro. Compartir una perspectiva de cambio, de salvación, de alegría plena, la única capaz de transfigurar todo, incluso las pruebas, el sufrimiento. Compartir una fe que nos trasciende, y que por eso mismo horada las tinieblas; disuelve el riesgo idolátrico de la autorreferencialidad, construye comunión a través de la comunicación. Por eso estamos aquí. El reto al que nos enfrentamos está precisamente aquí.”

 

Continuó afirmando que “Comunión es la palabra cristiana para comunicación. Hemos intentado decirlo con nuestro documento Hacia una plena presencia. Ahora debemos pasar de las palabras a los hechos. Construir en las redes sociales una comunicación verdaderamente diferente. Con humildad, sin vanagloria, sin narcisismo; con la conciencia de ser servidores inútiles, instrumentos de una misión que nos trasciende. Creando una red de testigos conscientes de la diferencia entre el Espíritu que nos une (entre nosotros y con Dios, como miembros unos de otros) y los algoritmos que (abandonados a sí mismos, privados del soplo divino que anima nuestras almas) no pueden percibir el amor en el que todo subsiste. Creer no tanto en nosotros mismos, sino en la belleza de ser "miembros los unos de los otros", testigos para ello de una forma distinta de vivir y narrar nuestro tiempo. De ver más allá, redimiendo fragilidades.  De darse a los demás, sin pretender ser alguien. Sólo así nuestra red será diferente. Una red de libertad, que te libera no te captura.

 

Especificó: “Una red animada -como nos decía ayer el Papa- da una "buena inquietud": la que nos impulsa a ir más allá de la orilla, no para conquistar el mundo o para coger bacalao, sino para animar el mundo con el consuelo y la alegría del Evangelio. un anuncio de vida en el mar de la muerte, es un anuncio de libertad en los torbellinos de la esclavitud, de luz en el abismo de las tinieblas. Una red tejida con paciencia. Capaz de prefigurar el reino de Dios.  Una red dinámica, hecha de nudos que no son estáticos, solitarios, sino que expresan un núcleo de relaciones profundas, verdaderas. Nudos que se disuelven en abrazos a medida que el egoísmo y la vanagloria dejan paso al amor.”

 

Finalizó agradecirndo al cardenal Tolentino, al cardenal Tagle a todos los concelebrantes y a todos los presentes “Gracias por acompañar con vuestras reflexiones nuestra reflexión pastoral sobre la presencia cristiana en las redes sociales. Gracias por estar aquí para testimoniar con vuestra presencia nuestro camino hacia una presencia plena.”