Querida Tania Baez

 Querida Tania Baez

En el medio de las polémicas declaraciones de la comunicadora Tania Báez sobre las relaciones de parejas donde textualmente señala lo siguiente: «Porque cuando tu pareja está por debajo de ti en todos esos escalafones; lo que tú instintivamente tratas de hacer es salvarlo, rescatarlo. ¿Y qué pasa contigo? Te vas a ese nivel», dijo Báez.

“Recuerda que las parejas no son para salvarlas. Las parejas son para complementarse, para ayudarse a formar quizás el proyecto más importante: Una familia”, añadió.

Sobre todo, lo anterior veamos lo siguiente: Entre los años 2016 y el 2021 se han producido 138,225 divorcios en República Dominicana, según datos de la Oficina Nacional de Estadística. En República Dominicana hay un divorcio por cada dos matrimonios.

Esa forma de pensar demuestra por qué tantos fracasos matrimoniales. Queremos recordar que Genesis 1, 26 dice “Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra.” Y así creó Dios al hombre y a la mujer a su imagen y semejanza. Uno complemento del otro como dice Génesis 2,18: “Luego Dios el Señor dijo: «No es bueno que el hombre esté solo. Voy a hacerle una ayuda adecuada»”.

También dice la biblia en 1 Pedro 3,7: “De igual manera, ustedes esposos, sean comprensivos en su vida conyugal, tratando cada uno a su esposa con respeto, ya que como mujer es más delicada, y ambos son herederos del grato don de la vida. Así nada estorbará las oraciones de ustedes”.

La vida de pareja no es una competencia de quien es mejor, mucho menos una empresa de conveniencia en la que vamos por el mejor postor.

Muy incongruente que una coach haga este tipo de declaraciones, que si bien es cierto puede que responsa a muchas formas de pensar y se respeta, pero como comunicadora y guía de empoderamiento la idea es hacer crecer a las personas como un ser integral, no denigrar a quienes quizás no tienen oportunidades, las mismas condiciones, que no han vivido la vida de privilegios que la señora ha tenido.

Aquí apelamos por un discurso de unidad en que tanto el hombre como la mujer puedan crecer juntos como pareja, no que se vendan al que paga más.