Fundamento Bíblico del Adviento


El Adviento es un tiempo litúrgico que comienza en el Domingo más cercano a la fiesta de San Andrés Apóstol (30 de noviembre) y abarca cuatro Domingos. 

En la Vulgata latina se usa adviento de dos formas: para referirse a la Segunda Venida de Cristo (Cf. Mt 24,35; 24;39, 1Cor 15,23, 1Tes 2,19; 3,13) y el anuncio de la Venida del Mesías encarnado (Cf. Hch 13,24; 7,52).

San Pablo nos habla sobre elegir unos días mejor que otros: “Unos tienen preferencia por algunos días, mientras que, para otros, todos los días son iguales. Que cada uno se atenga a su propio juicio. 

El que distingue un día de otro lo hace en honor del Señor; y el que come, también lo hace en honor del Señor, puesto que da gracias a Dios; del mismo modo, el que se abstiene lo hace en honor del Señor, y también da gracias a Dios (RM 14,5-6). 

San Pablo en estos versículos nos enseña que él ve bien que algunas personas tengan preferencias por algunos días y otras por otros, o sea que eso no es algo malo. El distinguir un día de otro es bueno si se hace en honor al Señor. Pues bien, la festividad del Adviento es Cristocéntrica, pues Cristo es el centro de este tiempo litúrgico... por lo tanto ¿No justifica ya esto el poder tener unos días especiales en honor al Señor.

Además, encontramos en la Escritura más casos de tiempos que eran sagrados para el Pueblo de Dios (Cf. LV 23,23-37 Nm 28,16-20 Ne 8,9-10). 

Vemos como el Pueblo de Dios del AT tenía días consagrados a Yahvé y en esos días se recomendaba comer bien y al que nada había preparado darle una porción de alimentos, y todos tenían que estar felices. ¿Acaso esto no es lo que hacemos en Navidad y Adviento? dicen en Navidad el corazón de la gente se ablanda, es por eso que el texto de Nehemías antes citado es un reflejo de lo quepara nosotros es el Adviento y la Navidad. Pero incluso podemos encontrar como el pueblo de Dios se preparaba para las fiestas sagradas: “Después prepararon la Pascua para sí y los sacerdotes, porque los sacerdotes, hijos de Aarón, estuvieron ocupados hasta la noche en ofrecer holocaustos y grasas. Por eso los levitas la prepararon para sí y para los sacerdotes, hijos de Aarón” (2Cro 35,14). 

En el NT encontramos como los discípulos de Jesús también se preparan para días santos: “Ellos hicieron como Jesús les había ordenado y prepararon la Pascua” (Mt 26,19). 

La preparación para recibir a Jesús es tan importante que hasta en el NT se nos dice que Dios manda al pueblo un mensajero para que el pueblo se prepare: “comienzo de la Buena Noticia de Jesús, Mesías, Hijo de Dios. 

Como está escrito en el libro del profeta Isaías: Mira, yo envío a mi mensajero delante de ti para prepararte el camino” (Mc 1,2). 

¿Si el pueblo de Dios tuvo que prepararse para recibir a Cristo, porque nosotros no hemos de hacer lo mismo? Podemos decir sin temor a equivocarnos, que en Mc 1,2 se anuncia el primer Adviento, la primera preparación que la Iglesia tiene que hacer para recibir a Cristo. Recordemos que el profeta Isaías ya predijo que vendría Cristo y también enseñó al pueblo de Dios como debía prepararse para este acontecimiento: “Decid a los cobardes de corazón: ¡Sed fuertes, no temáis! Mirad a nuestro Dios que va a venir a salvarnos” (Is 35,4). Esta invitación se hace cada vez más apremiante a medida que se acerca la Navidad, enriqueciéndose con la exhortación a preparar el corazón para acoger al Mesías. 

Con todo esto comprobamos que el dedicar tiempo a prepararnos para recibir a Cristo era algo normal en los relatos bíblicos, es más incluso hemos visto como el pueblo de Dios tenía sus fiestas y días santos.

Autotía del Padre Santos Monción, el Centinela de la Fe para Amigo del Hogar