Según algunos artículos consultados, la costumbre de dedicar el mes de mayo a la Virgen María se remonta al tiempo barroco o siglo XVII, que no siempre se realizaba específicamente en mayo, se dedicaban un mes con 30 ejercicios espirituales diarios en honor a la Madre de Dios.
Posteriormente en dicha época, el mes de mayo y de María se combinaron y se extendió sobre todo durante el siglo XIX hasta nuestros días.
Durante este mes se pone especial atención al rezo del Santo Rosario.