Reconozco que soy una persona sensible, pero hay partidas que duelen aún sin tener el contacto tan cercano con algunas personas como en este caso.
Yo crecí siempre vinculada a la iglesia participando de todo lo que se hacía en la comunidad desde pequeña, pero antes de existir un templo, capilla por lo menos en mi comunidad, mi relación con la iglesia se resumía en la audiencia fiel a la eucaristía que se transmitía en el canal 4 presidida por el Padre Julio Soto.
Su forma de ser tan amable, tan cálida, la explicación de la palabra tan clara, tan llana, tan real me encantaba y me hacía fidelizarme como espectadora a través de la pantalla de esa celebración tan importante.
A través de esa eucaristía televisada aprendí mis primeros pasos para ser posteriormente proclamadora (lectora) de la misa.
Tenía mucho tiempo sin saber de él y me interesó conocerlo en persona, una admiración eclesial real, entonces lo encontré en instagram y me sentía nuevamente cercana. Hoy le decimos adiós sabiendo y confiando que estará al lado del Padre a quien tanto sirvió y a quien muchas almas conectó en sus primeros años, como es mi caso.
Sus restos serán velados a partir de las 6:00 pm en la capilla privada del Instituto Técnico Salesiano (ITESA). Y la eucaristía de cuerpo presente será mañana miércoles, 23 de marzo a las 10:30 am en la parroquia María Auxiliadora de Santo Domingo.