1. MI MOMENTO: ¿CON QUÉ VENGO?, ¿QUÉ BUSCO?
(PREPARACIÓN para el RETIRO)
Iniciaremos desde este viernes previo a la
Semana Santa un tiempo especial de oración y encuentro. Nos preparamos para
acompañar a Jesús, para estar con Él, para conocerlo más, para que Él nos
ilumine desde su vida nuestra vida. Les propongo orar con este texto que recoge
un encuentro especial de Dios con el profeta Elías (1 Reyes 19,3-16).
Nos servirá para recoger este año tan
difícil y a manera de examen del momento personal de cada quien, y como
modo de expresar sus deseos y esperanzas para estos días especiales de
retiro en esta Semana Santa. Les propongo rezar el texto en tres pasos o
momentos. Dediquemos a cada momento el tiempo que sea necesario aunque no
podamos ver los tres en un solo día. Ayudará escribir durante la oración
o al final lo que vayamos sintiendo y viendo que responde a cada una de las
preguntas que les dejo.
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1er PASO: MIEDOS, DESÁNIMOS, FRACASOS,
FRUSTRACIONES, HAMBRE
TEXTO (1 Reyes
19,3-7) Levántate, come, que el camino es superior a tus fuerzas
Elías tuvo miedo y huyó para salvar su vida. Al llegar a Bersebá de Judá dejó allí a su muchacho. Caminó por el desierto todo un día y se sentó bajo un árbol. Allí deseó la muerte y se dijo: «Ya basta, Señor. Toma mi vida, pues yo voy a morir como mis padres.» Después se acostó y se quedó dormido debajo del árbol. Un ángel vino a tocar a Elías y lo despertó diciendo: «Levántate y come.» Elías miró y vio a su cabecera un pan cocido sobre piedras calientes y un jarro de agua. Después que comió y bebió, se volvió a acostar. Pero por segunda vez el ángel del Señor lo despertó diciendo: «Levántate, come, que el camino es superior a tus fuerzas.»
ORACIÓN:
Detrás de la huida de Elías hay muchas razones. Todavía no se atreve a ponerles
nombre. Simplemente huye por miedo a perder su vida y paradójicamente se desea
la muerte. Sabemos que detrás de esos miedos por su vida hay también desánimos,
experiencia de fracaso, frustraciones. Me sitúo primero ante esas experiencias
de Elías y lo contemplo imaginando su huida y sus miedos.
Coloquio: En
presencia de Dios, conversando con Él, nombro y escribo: 1. ¿Cuáles son mis miedos en este momento? ¿Mis desánimos? ¿Mis
experiencias de frustración o de fracaso? ¿Las situaciones, dificultades,
problemas, de los que huyo o quisiera huir? 2. ¿Qué alimento siento que necesito más ahora?
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2do PASO: DESIERTOS, CUEVAS, TORMENTAS,
TERREMOTOS, FUEGOS, BRISAS SUAVES
TEXTO (1 Reyes
19,8-12) Sal y ponte en pie en el monte
ante el Señor. ¡El Señor va a pasar!
Se levantó, pues, para comer y beber, y con la fuerza que le dio aquella comida, caminó cuarenta días y cuarenta noches hasta llegar al cerro de Dios, el Horeb. Allí se dirigió hacia la cueva y pasó la noche en aquel lugar. Y le llegó una palabra del Señor: «¿Qué haces aquí, Elías?» El respondió: «Ardo de amor celoso por el Señor, Dios de los Ejércitos, porque los israelitas han abandonado tu alianza, han derribado tus altares y han dado muerte a espada a tus profetas. Sólo quedo yo, y me buscan para quitarme la vida.» Entonces se le dijo: «Sal fuera y permanece en el monte esperando al Señor, pues el Señor va a pasar.» Vino primero un huracán tan violento que hendía los cerros y quebraba las rocas delante del Señor. Pero el Señor no estaba en el huracán. Después hubo un terremoto, pero el Señor no estaba en el terremoto. Después se encendió un fuego, pero el Señor no estaba en el fuego. Y después del fuego se sintió el murmullo de una suave brisa.
ORACIÓN:
Hemos oído o leído quizás muchas veces esta parte del texto. Se trata ahora de
nuevo de contemplar a Elías y su proceso de camino en el desierto de 40 días y
40 noches (que nos recuerda no sólo la cuaresma sino este tiempo largo de
pandemia), y luego de su esconderse-refugiarse y las experiencias que pasan en
él mientras está en la cueva. Después mirarme a mí.
Coloquio: En
presencia de Dios, conversando con Él, nombro y escribo: 1. ¿Cuáles son los desiertos que he atravesado y atravieso en este
tiempo? 2. ¿En qué cuevas me he protegido-escondido?
3. ¿Qué me ha a-tormenta-do? ¿Qué me ha removido con fuerza el
piso? ¿Qué cosas en mí se han
quemado? 4. ¿Qué brisas suaves he
sentido en este último año?
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3er PASO: DISPOSICIÓN, APERTURA,
CONFIANZA, DESIERTO
TEXTO (1 Reyes
19,13-16) El
Señor le preguntó, ¿qué haces aquí, Elías?
Elías al oírlo se tapó la cara con su manto, salió de la cueva y se paró a su entrada. Y nuevamente el Señor le preguntó: «¿Qué haces aquí, Elías?» El respondió: «Ardo de amor celoso por el Señor, Dios de los Ejércitos, porque los israelitas han abandonado tu alianza, derribando tus altares y dando muerte a tus profetas. Sólo quedo yo, y quieren matarme.» El Señor le dijo: «Vuelve por donde viniste atravesando el desierto y anda hasta Damasco.
ORACIÓN: Pasado todo este proceso el Señor vuelve a hacer a Elías la misma pregunta ¿Qué haces aquí, Elías? y Elías le da la mismísima respuesta. Nada parece haber cambiado pero los espacios y modos son completamente distintos. Elías está ahora de pie y a la entrada de la cueva, con el rostro cubierto. Dios lo envía a desandar sus pasos y a regresar al desierto con una promesa.
Coloquio: Ignacio
nos sugiere al ir a orar preguntarnos “¿A
dónde voy y a qué?”. Tomo conciencia de esta pregunta de cara a este retiro:
1. ¿Qué anhelo profundizar en esta
semana? ¿Cuál es mi esperanza mayor en este momento? 2. ¿Qué siento que me hace cubrir el rostro? 3. ¿Qué está gimiendo dentro de mí en este momento de mi vida? 4. Nombro luego ¿Cuál es el central de
esos gemidos-deseos?