Estamos a la puerta del inicio de la cuaresma. Tiempo en que la iglesia nos invita a hacer ayuno, sacrificio, oración, abstinencia y limosna.
Muchos cristianos iniciamos este tiempo muy motivados y con la alegría de vivir el proceso, pero a medida que avanzan los días vemos como muy exagerado o imposible hacer 40 días de sacrificios.
Quiero invitarte a que perseveres en la fe, pero también a darte el aliento de que no es pecado que sientas que no cuentas con las fuerzas suficientes pues nuestra humanidad siempre tratará de imponerse. En Lunas 4, vemos que Jesús, al final del camino sintió hambre, pero durante su andar en el desierto fue tentado más de una vez por el demonio.
Recuerda siempre que el propio Cristo en su humanidad sintió tristeza, ira y hambre, además de sentirse abandonado en la cruz, pero eso no determinó, y mucho menos desvió su mirada en el plan principal de cumplir la voluntad del padre.
Te aconsejo que inicies con pequeños pasos, pequeños sacrificios que irá construyendo en ti un hábito de perseverar en el camino. Si fallas no pierdas la fe, el Señor siempre te espera con los brazos abiertos.
El Señor les bendiga, seguimos creciendo en la fe.