Sacerdote Fray José María da positivo al COVID-19

El sacerdote y promotor social fray José María Guerrero dio positivo al COVID-19, así lo informó este lunes la Parroquia Perpetuo Socorro a través de su cuenta de Instagram.

“La paz hermanos! Vamos a unirnos en oración, por la salud de Fray José, que dio positivo al coronavirus. Que la virgen interceda por el ante su hijo Jesucristo”, detalla la publicación hecha en la red social.



EL Nuevo Diario, Santo Domingo.– El sacerdote y promotor social fray José María Guerrero dio positivo al COVID-19, así lo informó este lunes la Parroquia Perpetuo Socorro a través de su cuenta de Instagram.

“La paz hermanos! Vamos a unirnos en oración, por la salud de Fray José, que dio positivo al coronavirus. Que la virgen interceda por el ante su hijo Jesucristo”, detalla la publicación hecha en la red social.

Fray José María dirige la fundación Futuro Cierto, que promueve la construcción de viviendas para familias pobres en el sector de El Caliche, en Villa Duarte, donde vive con su congregación de Hermanos Pobres de San Francisco de Asís, y en provincias menos favorecidas.

Fray José Guerrero nació en un campo de Higu¨ey el 18 de diciembre de 1960, y por razones económicas sus padres emigraron al barrio de El Caliche, de Villa Duarte. Prácticamente se crió en aquel sector, que entonces tenía otras características, bajo índice de violencia y criminalidad, y mayor paz para la gente.

“Papá empezó a trabajar en un matadero, limpiando mondongo y los hijos trabajábamos con él”. El padre era muy exigente con el trabajo, y trabajando en el matadero tuvo un derrame cerebral y murió, pero nosotros seguimos en aquel matadero.

La madre empezó una búsqueda constante de Dios, ella tenía sus raíces en la tierra de la Virgen de la Altagracia. Buscaba a Dios en la iglesia católica, y asistía siempre a todos los actos, la misa, las oraciones y la contemplación frente al Santísimo.

El adolescente seguía los pasos de la madre, y en poco tiempo nace su vocación religiosa, una noche de 1974, en que el obispo Juan F. Pepén vino a la iglesia Nuestra Señora del Rosario, de Villa Duarte, y en una homilía habló de la grandeza de ser sacerdote. “Yo tenía 14 años y mientras monseñor Pepén hablaba sentí la llamada de Dios. Le dije a mi madre y ella me apoyó hasta su muerte”