La comunicación cristiana no debe hacer proselitismo, dice el Papa Francisco a periodistas del Vaticano

Papa Francisco recibne en audiencia a personal del dicasterio de Comunicación
Ciudad del Vaticano.- En una audiencia concedida a los empleados del Dicasterio para la Comunicación del Vaticano y al personal del portal Vatican News, el papa Francisco les exhortó a involucrarse en la comunicación y pasar de la Cultura del adjetivo a la Teología del sustantivo y comunicar como mártires. En la reunión, que se cumplió la mañana del lunes 23 de septiembre, con ocasión de la Asamblea Plenaria del Dicasterio para la Comunicación, el obispo de Roma les dijo que no se debe olvidar que "se comunica con el alma y con el cuerpo, se comunica con la mente, con el corazón y con las manos, se comunica con todo”.
En su mensaje, el Papa Francisco enfatizó que el verdadero comunicador da todo de sí mismo: “Como decimos en mi tierra, mete toda la carne en el asador” pero la comunicación más grande – puntualizó – “es el amor”, “cuando en el amor se ve que es la plenitud de la comunicación: el amor a Dios y nuestro”.
Francisco también les ha señalado que nunca deben hacer “proselitismo”: “Yo quisiera que nuestra comunicación sea cristiana y no factor de proselitismo. No es cristiano hacer proselitismo”. Y aprovechó para citar aquella frase pronunciada por Benedicto XVI cuando dijo: “la Iglesia no crece por proselitismo, sino por atracción”. Esto quiere decir – continuó el Papa – “por testimonio”: “Si ustedes quieren comunicar una verdad sin la bondad y la belleza: párense, no lo hagan. Si ustedes quieren comunicar una verdad sin involucrarse, sin testimoniar con su propia vida, con la propia carne, párense, no lo hagan”, les aconsejó. “Siempre tiene que estar la firma del testimonio en cada una de las cosas que hacen”.
El Papa advierte que la resignación y la lamentación no son de espíritu cristiano
La segunda cosa sobre la que el Papa se ha centrado ha sido sobre esa resignación, que tantas veces entra en el corazón de los cristianos, en este mundo pagano, que no es una “novedad” señala el Papa, pues “el área de mundanidad no es una cosa nueva del siglo XXI, siempre ha sido un peligro, siempre ha sido la tentación y siempre ha sido el enemigo”.
En este sentido, Su Santidad aseguró que la resignación, en la derrota cultural, viene del mal espíritu y no de Dios: “No es espíritu cristiano la lamentación y la resignación”. Así mismo dijo que no hay que ensimismarse con la tentación de la resignación ni tener miedo de ser pocos: “somos pocos – dice el Papa – pero no pocos como aquellos que se defienden porque somos pocos y el enemigo es más grande, somos pocos como la levadura, como la sal. Y esta es la vocación cristiana”. También dijo que somos pocos, pero “con las ganas de misionar y de hacer ver a los demás quienes somos, con el testimonio”.
Pasar de la Cultura del adjetivo a la Teología del sustantivo
La tercera y última cosa que dijo a los miembros de este Dicasterio dedicado a la Comunicación del Vaticano fue que le da cierta “alergia” cuando escucha frases como “esto es una cosa auténticamente cristiana”, o “esto es verdaderamente así”. Para Francisco, no hace falta decir “ autentica”, pues solamente el sustantivo cristiano, soy de Cristo – subrayó – “es fuerte”.
“Hemos caído en la cultura del adjetivo, del proverbio y hemos olvidado la fortaleza de los sustantivos” dijo el Papa y explicó que el comunicador “tiene que hacer entender el peso de la realidad de los sustantivos que reflejan la realidad de las personas, y esto es la misión de comunicar, comunicar con la realidad sin edulcorar con los adjetivos y los proverbios”. Además, explicó que esta “Cultura del adjetivo” había entrado en la Iglesia y es por ello que exhortó a que realizaran una comunicación “”austera, pero bonita”.
Leer el Libro de los Hechos de los Apóstoles: la joya de la comunicación cristina
Al final de sus palabras, Francisco les volvió a recordar los puntos en los que se tenía que centrar su trabajo como comunicadores cristianos: “Comunicar con el testimonio, comunicar involucrándose en la comunicación, comunicar con los sustantivos, comunicar como mártires, es decir, como testigos de Cristo”. Por último, destaca su invitación a aprender “el lenguaje de los mártires, que es – señaló – el lenguaje de los Apóstoles” y para ello les aconsejó “leer la joya del Libro de los Hechos de los Apóstoles” y así ver cómo se comunicaba en aquel tiempo y como es la comunicación cristiana. “Comuniquen la alegría del Evangelio, esto es lo que el Señor nos pide hoy” concluyó.