El velo

EL VELO Y LA MUJER CATÓLICA

La costumbre de la mujer cubrirse la cabeza con un velo o una mantilla en la Santa Misa es un hermoso signo de sumisión, humildad y obediencia ante Dios. Al cubrirse la cabeza para orar, la mujer se recoge para Dios y también le recuerda que la belleza que importa no es la belleza física, sino la belleza del alma que glorifica a Dios. Mas es un signo de pudor y recato, de esa modestia que siempre debe caracterizar a la mujer cristiana ( cf.1 Timoteo 2,9). 


El uso del velo es una disciplina muy antigua que fue guardada en las iglesias primitivas de Dios. Dice San Pablo en 1 Corintios 11,5-6, "Mas toda mujer que ora o profetiza con la cabeza descubierta, deshonra su cabeza; porque es lo mismo que si estuviera rapada. Por donde si una mujer no se cubre, que se rape también; mas si es vergüenza para la mujer cortarse el pelo o raparse, que se cubra". E
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de dos siglos despues de San Pablo, Tertuliano dice "Pero amonestamos a las mujeres que no dejen esta disciplina del velo ni por un momento, ni siquiera por una hora". Usar el velo es una venerable costumbre bimilenaria que ayuda a la mujer en su  santificación y debe conservarse. Concluyo con las palabras del Reverendo Padre Paulo Ricardo, "El uso de la mantilla es una disciplina que a lo largo del tiempo santificó muchas mujeres. En este mundo secularizado e inmodesto que se vive, hoy enseñar a las niñas desde pequeñas a usar la mantilla puede dar frutos excelentes en las próximas generaciones".