Esta semana me he encontrado una noticia que me ha chocado bastante, sorprendido y molestado porque si hay algo que me molesta es que se metan con mi fe y mi familia.
Pues bien, mi familia, mi matrimonio está rodeado de muchas personas de fe no católica a la cual amamos inmensamente, compartimos y no tenemos problema hasta en asistir a eventos puntuales que nos inviten, por lo menos yo no tengo ese problema.
Ahora bien... en los últimos meses mi esposo ha recibido invitaciones muy acentuadas a participar muy recurrentemente en cultos a lo cual no es que me opongo pero me molesta que la gente no respete la decisión que ambos tomamos de formar un hogar católico y sobre todo que me irrespeten a mí como su esposa haciéndolo a mis espaldas.
Si algo tengo claro en mi vida es que el llamado que Dios me ha hecho en la iglesia católica a la cual no voy a renunciar. Oro mucho por mi esposo y mi familia para que Dios nos mantenga unidos siempre y que podamos compartir nuestra fe.
No es un secreto para nadie que cuando las parejas no viven una misma fe los problemas siempre salen a flote porque, en especial, las denominaciones no católicas (con todo respeto), además de absorben mucho tiempo, recursos, invierten muuuuuuucho tiempo en criticar nuestra fe.
Tengo un testimonio muy cercano que no comparto por respeto a ellos pero que da mucha pena ver un matrimonio de casi cuatro décadas desvanecerse por desacuerdos de fe. Por un lado un alma sufrida por tantos ataques y la tristeza de no tener con quien compartir su fe, por otro lado un alma perturbada sufriendo y enjuiciando las acciones de una católica comprometida que ama su fe. A eso no quiero llegar.
Yo soy una guerrera y voy a luchar siempre por mi familia, la defenderé de quién sea, no importa de quien se trate. Y hoy 14 de noviembre del 2017 lo escribo desde el fondo de mi alma y abierto a mis seguidores de esta página que siempre me han apoyado, yo no comparto mi vida con alguien que no profese mi fe y con eso que quede sobreentendido.
Gracias a Dios el amor que nos une a mi esposo y a mi es muy fuerte y ni por eso troncharía un encuentro que pueda tener especial con Dios, pero si algo debemos tener claros los cristianos es que no debemos dar cabida al espíritu de la división y llevárselo a el donde yo no este es justo eso, dejarse usar por el enemigo.
Gracias a Dios el amor que nos une a mi esposo y a mi es muy fuerte y ni por eso troncharía un encuentro que pueda tener especial con Dios, pero si algo debemos tener claros los cristianos es que no debemos dar cabida al espíritu de la división y llevárselo a el donde yo no este es justo eso, dejarse usar por el enemigo.
Por si tienen dudas les comparto estas citas bíblicas que hablan justo de eso, de que quien divide NO es de Dios:
Romanos 16:17
Y os ruego, hermanos, que vigiléis a los
que causan disensiones y tropiezos contra las enseñanzas que vosotros
aprendisteis, y que os apartéis de ellos.
1 Corintios
1:10-13
Os ruego, hermanos, por el nombre de
nuestro Señor Jesucristo, que todos os pongáis de acuerdo, y que no haya
divisiones entre vosotros, sino que estéis enteramente unidos en un mismo
sentir y en un mismo parecer. Porque he sido informado acerca de vosotros,
hermanos míos, por {los} de Cloé, que hay contiendas entre vosotros. Me refiero
a que cada uno de vosotros dice: Yo soy de Pablo, yo de Apolos, yo de Cefas, yo
de Cristo. ¿Está dividido Cristo? ¿Acaso fue Pablo crucificado por
vosotros? ¿O fuisteis bautizados en el nombre de Pablo?
1 Corintios 11:18
Pues, en primer lugar, oigo que cuando os
reunís como iglesia hay divisiones entre vosotros; y en parte lo creo.
1 Juan 2:19
Salieron de nosotros, pero {en realidad} no
eran de nosotros, porque si hubieran sido de nosotros, habrían permanecido con
nosotros; pero {salieron,} a fin de que se manifestara que no todos son de
nosotros.
Para finalizar, les voy a pedir todo el respeto y la comprensión que puedan dar, para mi no es un tema muy cómodo, pero ni así perderé mi paz ni mi comunión. Siempre he sido muy respetuosa de estos temas y como les decía anteriormente, justo acabo de pasar un fin de semana en un retiro no católico, del cual salí muy enriquecida, muy bendecida.Yo comparto sin problemas pero siempre exigiré que se respete mi fe y sobre todo la de mi familia.
Reitero la invitación que hago siempre: estamos llamados a predicar a los que NO conocen de Dios, a los que ya lo conocemos DÉJENNOS EN PAZ! es que acaso no servimos al mismo Cristo? Recuerden que la palabra dice en Mateo 12:30 "El que no está conmigo, está contra mí...". y en Mateo 18:20 "Porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos".
Que Dios les bendiga.