Al prepararnos para una misión hay muchos puntos a tener en
cuenta, pero por sobre todas las cosas, tenemos que poseer un objetivo muy
concreto, por eso es importante que en las reuniones previas a la misión nos
dediquemos a profundizar en este objetivo y en los pasos que vamos a seguir
durante la misión.
1. Presentamos el Objetivo:
Nuestra misión tendrá dos objetivos:
A. Para nosotros
será iniciarnos en la experiencia de misión. Probar el carisma misionero para
empezar a caminar mas seguro.
B. Para los demás
será anunciarles la vida de su santo Patrono como modelo de pobreza digna y
como lugar desde donde Dios quiere salvarlos.
2. Presentamos la Espiritualidad:
La
espiritualidad del misionero es la del caminante. El caminante ama el camino
por donde transita, pero también el lugar a donde se dirige. Al caminante le
interesa y ama el lugar a donde se dirige, el misionero debe amar a las
personas a las cuales se acerca con el mensaje de la Buena Noticia.
La
espiritualidad del misionero es la de la humildad porque sabe que lo que
anuncia no lo inventó él, sino que es el mensaje de Dios. Porque el mensaje es
importante, quien lo transmite es importante.
3. El ser del misionero:
Tengamos
presente siempre lo que es y lo que no es el misionero:
El misionero no es aquel que sabe todo y por
eso sale a comunicarlo a los demás, es quien reconociendo sus límites sabe que
el Señor le dará las fuerzas y las palabras para transmitir la buena noticia.
* El misionero no es el héroe de la
película, pues el único héroe es Cristo; sino que es aquel que con valentía
pero con humildad se lanza a luchar por Cristo y su Evangelio.
* El
misionero no es aquel que por lastima a los demás les anuncia el Evangelio;
sino que es quien por Amor a los hombres y a Dios entrega su tiempo a favor de
los demás.
4. Esquema de visita a las casas:
Antes que
nada debemos observar las reglas básicas de cordialidad, por eso al llegar a
una casa saludamos a todos los que se encuentran en ella.
Luego nos
presentamos, comentamos de donde somos, y empezamos a desarrollar nuestro
objetivo (para los demás).
Antes de
empezar hacemos, e invitamos a hacer todos juntos la señal de la cruz, seguido
de esto leemos el texto bíblico elegido o el texto que acompaña la misión.
Además
invitamos a que ellos compartan lo que les sugiere el texto y luego hacemos lo
mismo nosotros.
Antes de
despedirnos hacemos los avisos comunitarios, por supuesto de una manera muy
informal.
Hacemos la
Oración Final y nos despedimos cordialmente.
Oración Final:
Señor, Dios Padre Misericordioso, te pedimos que bendigas a
esta familia que nos ha recibido, que bendigas sus proyectos y los lleves a
cumplimiento, te pedimos que bendigas esta casa, para que nunca falte el pan en
la mesa ni la salud en cada uno de los que habitan en ella. Todo esto te lo pedimos
por Cristo Nuestro Señor. Amén
Rezamos un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria.
Esto es solo un esquema propuesto, puede utilizarse otro, o
ampliarse este, lo importante es que el mensaje que nosotros llevamos sea bien
transmitido y pueda ser recibido con amor y alegría.
Recordemos siempre que el mensaje que estamos llevando es
mucho mas importante que cualquier otra cosa, por eso será necesario misionar
en serio, es decir, ver en las personas a las que visitamos, hijos de Dios,
Amados y queridos por el Padre del Cielo.
Martín Daniel Gonzalez
Arquidiócesis de Corrientes – Argentina
Al prepararnos para una misión hay muchos puntos a tener en cuenta, pero por sobre todas las cosas, tenemos que poseer un objetivo muy concreto, por eso es importante que en las reuniones previas a la misión nos dediquemos a profundizar en este objetivo y en los pasos que vamos a seguir durante la misión.