Se va un tiempo difícil


Resultado de imagen para fin de año


Este 2017 ha sido un año no muy feliz en mi vida. Perdí mucha gente amada... me sentía tan triste, pero Dios no quiere tristeza en nuestros corazones... nos pide que seamos más misericordiosos.

Les deseo que el próximo año sea venturoso, que vean cumplidos muchos de sus sueños y alcancen sus metas.

Que el Señor les guarde y proteja a ustedes y a los suyos. 


No quiero dejar de pasar esta oportunidad para dejarles estas palabras y esta revelación que el Señor me regaló y así lo siento...

Estamos viviendo los últimos días del año... normal escuchar en estos días muchas metas, sueños, pero... dónde estamos dejando a Dios?


El 24 de diciembre me soñé lo siguiente:

Soñé con el demonio levantándose en el mundo. 

Al principio veía muchos dulces, mucha gente riendo y disfrutando. 

Yo veía y decía... y es que no saben que esto es malo? entonces de repente: Un hombre gigante salía de la tierra. Estaba sentado y se ponía de pie. No tenía rostro, era de piel oscura, gigantesco. 

Se veía una gran explosión en el horizonte y de ahí salió eso, y pensaba... Dios mio era cierto... 

Torbellinos de fuego estaban por todas partes. Yo decía Señor sólo te pido que protejas a mi bebé. Entonces vi a un bebé como dormido en mis brazos, no sentí que fuera muerto, sólo dormido. En ese momento escuché una voz que decía: Y ¡Ay de las que estén dando pecho! recordé que era una cita bíblica de Mateo 24:19. 

No sé qué sea este sueño pero Dios siempre se ha revelado de esta forma en mi vida. 

Siento que debemos orar. 

 Si es mi testimonio, no es una cadena. 

Así que hermanos vamos a orar... no estamos bien.