VATICANO, 06 Sep. 15 / 05:43 am (ACI).- Desde la
ventana del estudio del Palacio Apostólico el Papa Francisco presidió este
domingo el rezo del ángelus y pidió abandonar el egoísmo, estar encerrados en
uno mismo y no crear “islas inaccesibles e inhóspitas”.
El Papa comentó las lecturas de la liturgia del
día, en la que el Evangelio cuenta la curación de un sordomudo. “Aquel
sordomudo que fue llevado a Jesús es símbolo del no creyente que realiza un
camino hacia la fe” y su sordera “expresa la incapacidad de escuchar y de
comprender no sólo las palabras de los hombres, sino también la Palabra de
Dios”, explicó.
El Pontífice recordó que San Pablo asegura que “la
fe nace por la escucha de la predicación”. “Lo primero que hace Jesús es
llevarle lejos de la muchedumbre: no quiere dar publicidad al gesto que está a
punto de hacer, pero tampoco quiere que su palabra sea tapada por el ruido de
voces y de las murmuraciones del ambiente”.
En ese sentido, subrayó que “la Palabra de Dios que
Cristo nos transmite tiene necesidad de silencio para ser escuchada como
Palabra que vuelve a sanar, que reconcilia y restablece la comunicación”.
Francisco explicó que Jesús curó al sordomudo
tocando su oreja y lengua y esto es porque “para restaurar la relación con ese
hombre `bloqueado’ en la comunicación, busca primero restablecer el contacto” y
dado que “el milagro es un don de lo alto”, Jesús implora al Padre.
Este episodio de la Escritura enseña que “Dios no
es cerrado en sí mismo, sino que se abre y se pone en comunicación con la
humanidad”. “En su inmensa misericordia, supera el abismo de la infinita
diferencia entre Él y nosotros, y viene a nuestro encuentro”, aseguró.
El Papa subrayó que para ello “Dios se hace hombre:
no basta hablarnos mediante la ley y los profetas, sino que se hace presente en
la persona de su Hijo, la Palabra hecha carne”.
“Jesús es el gran ‘constructor de puentes’ que
construye en sí mismo el gran puente de la comunión plena con el Padre”.
El Papa explicó que "este Evangelio nos habla
también de nosotros: a menudo nosotros estamos replegados y encerrados en
nosotros mismos, y creamos tantas islas inaccesibles e inhospitalarias. Incluso
las relaciones humanas más elementales a veces crean realidades incapaces de
apertura recíproca: la pareja cerrada, la familia cerrada, el grupo cerrado, la
parroquia cerrada…Y aquello no es de Dios. Esto es nuestro, es nuestro
pecado".
"Sin embargo, el origen de nuestra vida
cristiana, en el Bautismo, son propios del gesto y de la palabra de Jesús
‘¡Ábrete!’”, indicó. Al ser curados por Jesús, que es un “gran constructor de
puentes”, “somos insertados en la gran familia de la Iglesia; podemos escuchar
a Dios que nos habla y comunica su Palabra a cuantos no la han escuchado nunca
o a quien la ha olvidado y sepultado bajo las espinas de las preocupaciones y
de los engaños del mundo”.
Después de rezar el Ángelus, Francisco recordó que
ayer sábado en Gerona (España), “fueron proclamadas Beatas Fidelia Oller,
Giuseppa Monrabal y Faconda Margenat, religiosas del Instituto de las Hermanas
de San José de Gerona, asesinadas por la fidelidad a Cristo y a la Iglesia”.
El Papa destacó que “a pesar de las amenazas e
intimidaciones, estas mujeres permanecieron valerosas en su puesto para asistir
a los enfermos, confiando en Dios” y que “su heroico testimonio, hasta la
efusión de la sangre, de fuerza y esperanza a cuantos hoy son perseguidos por
motivo de la fe cristiana y nosotros sabemos que son muchos”.
Fuente: https://www.aciprensa.com/noticias/papa-francisco-no-construyamos-islas-inaccesibles-e-inhospitas-con-nuestros-egoismos-89357/