Hoy nace una clara estrella. Dios escogió a María
para ser la Madre de su Hijo. Con ella se aproximó la hora de la salvación
Natividad de la Santísima Virgen María
Fiesta: 8 de Septiembre
Martirologio romano: Fiesta de la Natividad de la
Santísima Virgen María, quien es descendiente de la estirpe de Abraham, de la
tribu de Judá, y del linaje del rey David, de quien nació el Hijo de Dios hecho
hombre por el Espíritu Santo, para dar la libertad a los hombres de la antigua
la esclavitud del pecado.
Hoy recordamos la Natividad de la Virgen María.
Historia
La Virgen María es la Madre de Jesús y, con este
hecho, se cumplieron las Escrituras y todo lo dicho por los profetas. Dios
escogió a esta mujer para ser la Madre de su Hijo. Con ella se aproximó la hora
de la salvación. Por esta razón la Iglesia celebra esta fiesta con alabanzas y
acciones de gracias.
Historia de
la celebración
El nacimiento de la Virgen María tuvo privilegios
únicos. Ella vino al mundo sin pecado original. María, la elegida para ser
Madre de Dios, era pura, santa, con todas las gracias más preciosas. Tenía la
gracia santificante, desde su concepción.
Después del pecado original de Adán y Eva, Dios
había prometido enviar al mundo a otra mujer cuya descendencia aplastaría la
cabeza de la serpiente. Al nacer la Virgen María comenzó a cumplirse la
promesa.
La vida de la Virgen María nos enseña a alabar a
Dios por las gracias que le otorgó y por las bendiciones que por Ella derramó
sobre el mundo. Podemos encomendar nuestras necesidades a Ella.
Se desconoce el lugar donde nació la Virgen María.
Algunos dicen que nació en Nazaret, pero otros opinan que nació en Jerusalén,
en el barrio vecino a la piscina de Betesda. Ahí, ahora, hay una cripta en la
iglesia de Santa Ana que se venera como el lugar en el que nació la Madre de
Dios.
Esta fiesta mariana tiene su origen en la
dedicación de una iglesia en Jerusalén, pues la piedad cristiana siempre ha
venerado a las personas y acontecimientos que han preparado el nacimiento de
Jesús. María ocupa un lugar privilegiado, y su nacimiento es motivo de gozo
profundo. En esta basílica, que había de convertirse en la iglesia de Santa Ana
(siglo XII), san Juan Damasceno saludó a la Virgen niña: "Dios te salve,
Probática, santuario divino de la Madre de Dios… ¡Dios te salve, María,
dulcísima hija de Ana!". Aunque el Nuevo Testamento no reporta datos
directos sobre la vida de la Virgen María, una tradición oriental veneró su
nacimiento desde mediados del siglo V, ubicándolo en el sitio de la actual
Basílica de "Santa Ana", en Jerusalén.
La fiesta de la Natividad de la Santísima Virgen
María se comenzó a celebrar oficialmente con el Papa San Sergio (687-701 d.C.)
al establecer que se celebraran en Roma cuatro fiestas en honor de Nuestra
Señora: la Anunciación, la Asunción, la Natividad y la Purificación. Su fecha
de celebración no tiene un origen claro, pero motivó que la fiesta de "La
Inmaculada Concepción" se celebrara el 8 de diciembre (9 meses antes).
Hoy, la liturgia de la Iglesia la celebra, la
canta, se goza con María.
"Eres toda bella, oh María... ¿Quién es esta
que avanza como un sol...?".
En el día de su fiesta, la Liturgia le saluda:
"Celebramos el nacimiento de la Virgen
María... Celebramos con gozo... ¿Quién es esta que se asoma como alba? Cantamos
de todo corazón la gloria de Cristo, en esta festividad del Nacimiento de la
Virgen María... Hoy es el Nacimiento de María Santísima, cuya vida ilustra de
esplendor a toda la Iglesia... Hoy ha nacido la Virgen María del linaje de
David. Por ella vino la salvación del mundo a los creyentes, y por su vida
gloriosa todo el orbe quedó iluminado... Tu nacimiento, Virgen Madre de Dios,
anunció la alegría de todo el mundo..."
Todos los textos de la Liturgia de las Horas y de
la Eucaristía son piropos a esta Mujer sencilla y humilde, pero a la vez la más
grande que jamás vieron los siglos, que acaba de nacer...
¡Felicidades, Madre! Felicidades por Ti, por tu
nacimiento. Felicidades, Madre, porque ibas creciendo en el oscuro camino de la
fe. Felicidades, Virgen peregrina, porque nos enseñas la ruta de la santidad.
Felicidades, Madre, porque un día, un mes, en un lugar, de unos padres...
naciste como cualquiera de nosotros y sin embargo de Ti nacerá el Salvador del
mundo unos años después. Felicidades a la pobre de Nazareth. Felicidades,
Madre, porque todos felicitarán "a la amada, la paloma única, la perfecta".
Felicidades, Madre, porque eres la cima, la altura donde reside la divinidad.
Felicidades, Madre, porque eres la "Tierra de delicias". Felicidades,
Madre, porque eres la Madre de Dios y... mía también.
Oración:
Concede, Señor, a tus hijos el don de tu gracia,
para que, cuantos hemos recibido las primicias de la salvación por la
maternidad de la Virgen María, consigamos aumento de paz en la fiesta de su
Nacimiento. Por nuestro Señor Jesucristo. Amén.
Fuente: Pildolas de Fe