Hablar de los valores es una cosa, pero vivirlos es otra historia.
¿Realmente es tan difícil? La respuesta es no. Requiere cierto esfuerzo,
concentración y perseverancia, pero no es tan difícil. Con algunos pasos
simples podrás lograr que tu vida, tus acciones y la sociedad tengan como
columna vertebral a los valores.
Paso 1. Conocer su importancia
¿Suena elemental? Pues no lo es. El primer paso para vivir
los valores es la conciencia de los importantes que son. Una sociedad basada en
individuos con valores es la llave para una convivencia más sana. Las leyes civiles
no son suficientes. En ellas se establece solo lo elemental para asegurar una
convivencia medianamente decente, sin embargo no es suficiente con solo
"cumplir la ley". Los valores van mucho más allá de cumplir el
reglamento de tránsito, van a la raíz de las cosas. Por ejemplo, el reglamento
dice que no puedes pasar una luz roja en el semáforo (bastante elemental para
no matarse), sin embargo no dice que en un atasco de tráfico el cederle el paso
a una persona es algo amable, que hace que todos estemos más contentos y que
incluso puede ahorrarnos un percance.
Lo mismo ocurre en otros ámbitos de la vida. La ley
establece una pena por el homicidio, pero no nos dice que tratar con deferencia
y educación a los demás nos ayuda a convivir aún mejor. Para vivir los valores,
lo primero es estar conciente de que son vitales, y que son lo que puede
cambiar verdaderamente a una persona, una familia o una nación.
Paso 2. Analizar mi conjunto de Valores
Una vez que se ha aceptado la importancia de vivir los
valores, hay que analizar claramente qué valores son la base de tu vida. Aquí
podríamos establecer dos clases: los que ya tienes, y los que quieres
construir. Para saber cuáles son los valores, en Valores para ser Mejores hay
información sobre cada uno de los valores, y continuamente estamos investigando
y publicando más material, así que lo primero que puedes hacer es darle un
vistazo a todas las secciones de Valores. Por otra parte, también debes hacer
un esfuerzo y meditar detenidamente en cuáles son aquellos principios, normas y
comportamientos que son fundamentales para ser mejor, para vivir mejor. ¿Cuáles
te enseñaron en casa? ¿Cuáles has ido aprendiendo con la vida? ¿Cuáles sabes
que existen, pero no los vives mucho? ¿Cuáles son los que te gustaría tener? ¿Necesitas
investigar más sobre ellos?
La idea aquí es que te sientes en un lugar tranquilo, y en
una hoja de papel. Escribe la fecha y traza dos línea vertical dividiendo la
página para crear tres columnas. En el lado izquierdo, en la primera columna,
vas a escribir una lista con los valores más importantes para tí, sin importar
el orden o si los vives actualmente, simplemente escribe aquellos principios
que consideras fundamentales. Cuando hayas terminado, en la columna del centro
vas a hacer una lista con los valores que aprendiste desde niño en casa, los
que has aprendido con la vida y los que has aprendido últimamente pero que no
sueles vivirlos.
Una vez terminado, pasa a la columna de la derecha, y dibuja
un triángulo y escribe en cada vértice: Mis Fortalezas, Mis debilidades, Lo que
quiero ser. Vas a hacer tres listas, donde vas a escribir aquellos valores que
ya existen en tí, que te definen como una persona especial y que vives
contínuamente. En "Mis debilidades" vas a escribir aquellos defectos
que tú conoces, y que te impiden vivir mejor los valores. Por último, escribe
aquellos valores que desearías vivir en "Lo que quiero ser". Esta
hoja debes guardarla, es muy importante porque es la base de tu trabajo y de
los siguientes pasos de esta guía.
Paso 3. El "Plan Maestro"
Ahora que ya conoces tu valores, tus debilidades y lo que
quieres llegar a ser, llega el momento de usar una agenda. Cualquiera puede ser
útil (una de escritorio, de bolsillo, electrónica -una Palm es ideal para
esto). En otra hoja, vas a establecer tres bases de tiempo: anual, mensual y
por día. En la base de tiempo anual escribirás lo que esperas lograr en un año.
Los valores concretos que quieres alcanzar (incluye los que ya vives y los que
quieres vivir). De esta lista, vas a dividirla en una base de tiempo mensual, concentrando
un mes para cada actividad. En la base de tiempo por día establecerás una lista
de "Lo que vivo y debo reforzar" y otra de "Lo que me
falta".
En tu agenda, establece una meta concreta diaria (pequeña,
pero significativa) de los valores que vas a reforzar y los que quieres vivir.
Una meta concreta diaria puede ser "Hablarle por teléfono a Juan",
para fortalecer el valor de la amistad (tal vez tienes meses sin acordarte de
alguna persona), o puedes establecer "Ayudar a alguien pobre" para
fortalecer o crear la generosidad. Hazlo para el primer mes (es decir, el mes
en el que estás). Cada mes, debes revisar tu "Plan Maestro",
establecer los valores con su actividad diaria y hacer una reflexión sobre los
resultados.
Si por cualquier motivo no te fue muy bien en un mes
determinado, no te preocupes, vuelve a ponerlo en tu plan diario y analiza por
qué no pudiste cumplirlo. Reflexiona en las razones que te lo impidieron (falta
de tiempo, falta de constancia, olvido, etc.) y establece medios para que esto
no ocurra de nuevo. Aquí lo que es importante es que estés avanzando, aunque
sea a pequeños pasos.
Paso 4. El examen diario
Si realmente quieres vivir los valores, durante una parte
del día (puede ser en la tarde o noche -si es en la noche, asegúrate de no
estar demasiado cansado-) date 10 minutos para reflexionar. Debes pensar en
cómo te ha ido en el día, si estás cumpliendo tu meta (o metas) diarias, qué te
falta por hacer y qué has hecho. Este examen es vital, si no lo haces, todo el
sistema para vivir los valores va a irse perdiendo hasta que te olvides de él.
El examen te permite dos cosas: analizar de manera realista y rápida cómo están
resultándote las cosas, y propósitos concretos para hacer algo y vivir tus
valores.
Paso 5: Mantenimiento
Mes con mes, revisa tus valores, revisa lo que has
aprendido, piensa cómo te ha ido en tus exámenes diarios. ¿Mejoras? ¿Empeoras?
¿Ha habido un gran avance? Lo fundamental en este sistema es la constancia. Si
ahora mismo haces tu plan maestro y estableces tus prioridades pero no las
vives, no haces el examen y no sigues tus propósitos concretos, entonces en
quince días te habrás olvidado de todo. Si realmente quieres vivir los valores,
debes hacerte el propósito.
Esta guía está hecha de tal manera que te permite analizar y
plantear metas de manera ordenada, y pequeñas acciones para lograrlas. Es mejor
hacer una acción pequeña todos los días, que grandes acciones muy de vez en
cuando. Tu guía es algo personal, sin embargo no dudes en compartirla con otros
amigos, y especialmente que alguien de confianza te ayude a establecer qué
valores te vendrían bien, porque a veces uno pierde la perspectiva de sí mismo
o hay defectos que uno simplemente no ve.
Fuente: Arciprensa