Aunque estamos en cuaresma, a punto de entrar a la Semana Santa tenemos que dar continuidad a nuestro taller sobre los cantos litúrgicos de las misas, por eso veremos en el segundo tiempo: la Navidad.
De Navidad quizás no tengamos que abundar mucho porque todos conocemos el tema a modo general, pero en cuento a la liturgia podemos decir que es el tiempo en que se celebra el nacimiento de
Jesús y sigue hasta la fiesta de su bautismo, semanas después.
En medio al tiempo de Navidad está la fiesta de la Epifanía que se
constituye en lo que tradicionalmente conocemos como el Día de Reyes, cuyos
cantos van más enfocados a la visitación de los reyes al niño Jesús, los
conocidos villancicos. El día de reyes se celebra la manifestación del Niño
Jesús a todas las naciones por la visita de los magos de Oriente.
En esta hermosa fiesta y en su octava, es bueno cantar villancicos, que se
pueden tomar al inicio de la eucaristía, para la comunión y como canto final.
Villancicos y cantos navideños no son lo mismo. Los villancicos son himnos
a Dios encarnado en la historia concreta de las culturas, los pueblos y las
comunidades.
Los cantos de este tiempo van más enfocados a Belén, nacimiento de Jesús, pastores,
en fin cantos que hagan referencia a la navidad, pero ojo, no todos los cantos
o canciones de navidad se pueden cantar en este tiempo, pues en la música
secular existen canciones navideñas que no son apropiadas para cantar en la
eucaristía.
Les recordamos que los cantos para la misa deben corresponder a los
criterios que hemos tratado en temas anteriores por eso es de vital importancia
prestar atención al sentido, la música y demás aspectos que embellezcan la eucaristía
y nos permita permanecer en la comunión que hemos recibido en la misma.