Lo primero de lo que hay que tener conciencia es que los coros tienen una misión que va más allá del mero canto. Recordemos la frase de San Agustín Cantar es Orar dos veces.
Todo coro, ministerio, agrupación que se dedica a animar una celebración eucarística debe estar muy claro de que como parte de la iglesia católica debe seguir los procesos o pasos que se llevan para toda celebración, es por esto que la preparación litúrgica y el conocimiento de la
doctrina católica es fundamental para los coros, ya que es la falta de formación la hace que
los coros propongan cantos que no se corresponden a la doctrina, al tiempo litúrgico o al momento que se está celebrando, incluso incluyen cantos que no son católicos sino de diversas sectas..
Encontré en internet un comentario de un
sacerdote que trataba este tema (veremos la bibliografía al finalizar el taller
con los créditos correspondientes) y nos compartía este ejemplo: "Un
ejemplo clásico lo miré hace un tiempo en una iglesia, resulta que en la hora
de la comunión al coro se le ocurrió cantar al Espíritu Santo, y vaya que el
coro sabía cantar muy bien pero ese momento no era el indicado. Estamos
recibiendo a Jesús, un momento para intimidar con él, platicar y para los que
no pueden comulgar, pues hacer su comunión espiritual en un momento de silencio
o llevados por el canto reflexivo. Pero este coro me pone un canto todo movido
y la gente se pone de píe aplaudiendo, moviéndose de un lado para otro y al
vernos hasta a mí me dieron ganas, pero estaba dando el cuerpo de Cristo".
Toda persona que participa de la eucaristía y en
especial los coros, que dan servicio en ella deben, conocer su fe para así poder elegir
los cantos que vayan acorde al tiempo litúrgico, la celebración del día y sobre
todo cantos de la ideología católica.
Muy importante, y algo que se ha perdido en los últimos años, la humildad, la reverencia a Dios, como ministerio o coro debemos estar consciente de
que no debe ir a dar un espectáculo sino que simplemente vamos a acompañar a la asamblea, por eso se deben reunirse más allá de sólo el
día de la misa, preparase en la liturgia de los cantos, compartir los micrófonos en todo momento a menos que sean solistas y sobre todo integrar a la comunidad y formar con ella la asamblea de la eucaristía. .
De este tema podemos hablar mucho pero te
compartimos los principales roles de todo coro:
Evangelización:
• Evangelizar se constituye en la principal función del coro, ministerio, etc.
• Los instrumentos
y los solistas no deben "tapar" a la asamblea.
• Estamos para ¡¡¡Acompañar a la asamblea!!! No
para dar un concierto.
• Las palmas (cuando fuere adecuado incluirlas) no
deben ahogar el canto.
Requisitos:
• Buena
preparación litúrgica y musical de todo el grupo, no solamente del coordinador.
• Conocimiento
de la Doctrina Católica.
• Vivir
la fe católica activamente.
• Vivir
los sacramentos.
• Participar
activamente en la vida parroquial.
• Prepararse
musicalmente.
• Conocer
sus dones, quien no canta no debe cantar.
• Humildad
y compañerismo.
Servidor
• Coro
servidor de la asamblea, no un coro “espectáculo”.
• Servir
no presumir.
• Dirigir,
no “lucir”.
• Actualizarse
tanto en formación eclesial como musical.
• Formar
a la asamblea ensayando los cantos ellos.
• No
reunirse solamente los domingos para cantar como solistas.
• Trabajar
en otras áreas de la iglesia, no sólo en el canto de la misa.
La improvisación:
• Acaba
con el ambiente y se distrae a la asamblea.
• Empobrece
nuestra posibilidad de alabar al Señor.
• No
Llegar tarde.
• No
ensayar, ni prepararse musical y vocalmente.
• Integrar
personas que no tienen don para cantar.
• El
coro debe prepararse en este aspecto musical.
• Reconocer
quien tiene un don y quien tiene otro.
• Quedarse
sólo con un micrófono.
• Músicos
que no saben manejar sus instrumentos.
• Directores
que no saben de voces ni técnicas de cantos corales.
• Ser disciplinados
y ensayar por lo menos una vez a la semana.
• (El cantor principal tampoco debe estorbar
cantando fuerte en el micrófono).
Grupo Social
• Más
que dedicarse a acompañar en la asamblea con el canto, dar testimonio con sus
acciones.
• Servir
de gran trampolín para que más jóvenes se acerquen a la Iglesia.
• Dar
testimonio de vida.
• Participar
en la comunión en la misa.
• Dar
ejemplo en su comportamiento dentro y fuera de la misa.