Ya no quiero ir a la iglesia

Mis queridos lectores, les comparto este artículo que leí, muy bueno, en el espacio de Jorge Rosario. Espero que les guste.


Escrito por: Josnely Bueno

“Cuando voy a la iglesia me aburro con las prédicas del pastor, además, lo único que veo es un grupo de viejas haciendo bulla”, es el pretexto que muchos escogen para no ir la iglesia.

Siempre hay una excusa para no hacer lo que se debe hacer, y tal es el caso del hombre que golpea a su mujer por supuestos celos, y si bien es cierto que los celos y/o desconfianza pueden llevar a una persona a sus extremos, también es cierto que hay algo llamado dominio propio, que es lo que te ayuda a ponerle un stop a tus impulsos y a diferenciarte de los animales, los cuales no tienen dominio propio y mucho menos raciocinio.

Por otra parte está el caso de la gente que se envuelven en mil y una excusa para no ir a la iglesia, para no seguir a Cristo, pues entienden que no están preparados para eso.

Es como una persona que tenga un amigo de buen rango, que solo lo busca cuando tiene algún problema que no puede solucionar, ahí si es su panita full, pero no se atreve a visitarlo desinteresadamente, mucho menos a realizar alguna llamada para ver cómo le fue en ese día, o simplemente velar por las cosas que le hacen falta si así fuera necesario, en este caso es solo una amistad ventajosa, solo cuando te necesito, y después de ahí “si te he visto no me acuerdo”.

Este es el caso de mucha gente que busca a Dios solo cuando está en problemas, cuando le necesita clama como nunca antes, pero después de ahí “bien gracias”, no tiene tiempo para él y mucho menos para seguirle.

Aun en los tiempos de Jesús siempre había gente que tenía algo pendiente para no hacer lo que realmente es, era y será importante, tal es el caso de Martha, que en vez de prestar atención a la palabra viva y eficaz de Jesús siguió con sus afanes (Lucas 10:38-42).
Pretextos más utilizados:

  • Es que es muy temprano y el domingo es el único día que tengo para descansar.
  • No te preocupes, el domingo voy contigo (y desde que llega el sábado se desaparece porque son personas que se comprometen para quedar mal).
  • Es que tengo mucha ropa que lavar, y el domingo aprovecho la luz.
  • Tengo la semana entera del trabajo a la universidad, y es el único día que tengo para ir al salón (por tal razón se inventan un dolor intestinal).
  • Los sábados salgo con mi novio y los domingos se me hace pesado, mejor voy otro día.
Nota: Si estás en la universidad y tu meta es terminar lo más pronto posible haces hasta lo imposibles, empiezas tomando asignaturas como oyente, tomas clases los sábados, te acuestas tardísimo haciendo clase, te vas a “Junumucú” si hay que hacer una clase en grupo.

Pero si te dicen que hay que ayunar, orar, leerla Palabra de Dios, ir a la iglesia, dices que no tienes tiempo, que estás muy cansado, muchas cosas que hacer en la casa, negocios que atender, visitas en la casa y un sin número de cosas para no seguir a Jesús, aquel que lo ha dado todo por ti, aun su propia vida.

Fuente: http://generaciondigitalrd.wordpress.com/2012/02/03/ya-no-quiero-ir-a-la-iglesia/